Estás en medio nuestro
como un gran amigo.
Sostienes nuestras voces
con tu voz silenciosa.
Es hermoso tenerte
tan cerca en este instante
de oración y alegría
que nos une a tu lado.
Lávanos bien el alma
de egoísmo, Señor,
en tanto te rezamos
con las manos unidas.
Haz que esta plegaria
que nos das que te demos
nos haga más hermanos
de verdad desde ahora.
Estás en medio nuestro
sembrándonos tu vida,
tu reciente y eterna
ternura transparente.
Todo cuanto ahora mismo
cantamos todos juntos
es una lenta súplica
de amor y de querencia.
Basta, Señor, de un mundo
que se cierra a tu altura.
De unos hombres
que sólo se miran con recelo.
De esta lágrima inmensa
que es la tierra en que vamos
medio viviendo aprisa
sin mirarte a los ojos.
como un gran amigo.
Sostienes nuestras voces
con tu voz silenciosa.
Es hermoso tenerte
tan cerca en este instante
de oración y alegría
que nos une a tu lado.
Lávanos bien el alma
de egoísmo, Señor,
en tanto te rezamos
con las manos unidas.
Haz que esta plegaria
que nos das que te demos
nos haga más hermanos
de verdad desde ahora.
Estás en medio nuestro
sembrándonos tu vida,
tu reciente y eterna
ternura transparente.
Todo cuanto ahora mismo
cantamos todos juntos
es una lenta súplica
de amor y de querencia.
Basta, Señor, de un mundo
que se cierra a tu altura.
De unos hombres
que sólo se miran con recelo.
De esta lágrima inmensa
que es la tierra en que vamos
medio viviendo aprisa
sin mirarte a los ojos.
Valentín Arteaga.
Tomado de http://www.pastoralsj.org/
No hay comentarios:
Publicar un comentario