lunes, 20 de abril de 2009

Celebramos la creación

1. AMBIENTACION:
Hermanos y hermanas: La humanidad entera sufre, en estos tiempos, una crisis económica como consecuencia del egoísmo de muchos y de un sistema económico global basado únicamente en la búsqueda del beneficio y el lucro individual. Hablar hoy del “día de la Tierra” puede parecer una evasión, frente a realidades tan duras como estamos viviendo, aquí en España y, sobre todo, en los pueblos más empobrecidos del mundo. Sin embargo, ecología y justicia son hermanas gemelas, caras de una misma moneda. Celebrar hoy el Día de la Tierra es reivindicar un mundo justo global, que incluye la tierra como tal y quienes en ella habitamos y habitaremos, una tierra creada como lugar de la presencia y de la acción de Dios creador que ha dejado su huella y su proyecto de vida para todos. La creación es la mano visible de Dios, huella de la inteligencia y de la bondad de un Padre que quiere lo mejor para sus hijos. Dios es el Señor de toda la Creación.


2. Canto de inicio:

3. SALMO DE LAS MARAVILLAS DE DIOS (recitado a dos coros)

Te doy gracias, Señor, de todo corazón
mi espíritu se eleva en busca de tu grandeza;
eres maravilloso, único y admirable
en ti mi corazón se siente bien y en paz.
Tus obras son grandes: ¡tu misericordia con el pobre!
Tus obras son grandes: ¡tu ternura con el que cae!
Tus obras son grandes: ¡tu bondad con el que sufre!
Tus obras son grandes: ¡tu compasión con el marginado!

Las obras de tus manos son verdad y transparencia;
en ti, Señor, no hay doblez no hay engaño: eres verdadero.
Tu corazón Señor, es como la nieve en la cumbre, llena de pureza.
Tu corazón, Señor, es como las estrellas en la noche derrochando luz;
Tu corazón, Señor, es como la puesta del sol en el mar, irradiando paz;
Tu corazón, Señor, es como el lago escondido invitando a la quietud.

De todo coráz6n te doy gracias porque eres maravilloso en tus obras;
mi alabanza quiere proclamar tus maravillas una a una;
bendito seas, Señor, del corazón del hombre que te busca,
y entre sus fibras dejas las marcas profundas de tus huellas.

Maravilloso eres, Señor; maravilloso has estado conmigo.
Maravilloso eres, Señor, maravilloso en mi pobreza;
Maravilloso eres, Señor, maravilloso te siento en mi vida.
Maravilloso eres, Señor, maravilloso al llenarme de tus grandezas

(Salmo 110. Salmos de un corazón joven)

4. LECTURA DE LA PALABRA

1. De la carta de Pablo a los cristianos de Roma:

“De hecho, la humanidad otea impaciente aguardando a que se revele lo que es ser hijos de Dios; porque, aun sometida al fracaso (no por su gusto, sino por aquél que la sometió), esta misma humanidad abriga una esperanza: que se verá liberada de la esclavitud a la decadencia, para alcanzar la libertad y la gloria de los hijos de Dios.
Sabemos bien que hasta el presente la humanidad entera sigue lanzando un gemido universal con los dolores de su parto. Más aún, incluso nosotros, que poseemos el Espíritu como primicia, gemimos en lo íntimo a la espera de la plena condición de hijos, del rescate de nuestro ser, pues con esa esperanza nos salvaron”

Palabra de Dios

Dejamos un momento de silencio

2. De la Carta de la Tierra

“Estamos en un momento crítico de la historia de la Tierra, en el cual la humanidad debe elegir su futuro. A medida que el mundo se vuelve cada vez mas interdependiente y frágil, el futuro depara, a la vez, grandes riesgos y grandes promesas. Para seguir adelante, debemos reconocer que en medio de la magnífica diversidad de culturas y formas de vida, somos una sola familia humana y una sola comunidad terrestre con un destino común. Debemos unirnos para crear una sociedad global sostenible fundada en el respeto hacia la naturaleza, los derechos humanos universales, la justicia económica y una cultura de paz. En torno a este fin, es imperativo que nosotros, los pueblos de la Tierra, declaremos nuestra responsabilidad unos hacia otros, hacia la gran comunidad de la vida y hacia las generaciones futuras.

… Los patrones dominantes de producción y consumo están causando devastación ambiental, agotamiento de recursos y una extinción masiva de especies. Las comunidades están siendo destruidas. Los beneficios del desarrollo no se comparten equitativamente y la brecha entre ricos y pobres se está ensanchando. La injusticia, la pobreza, la ignorancia y los conflictos violentos se manifiestan por doquier y son la causa de grandes sufrimientos. Un aumento sin precedentes de la población humana ha sobrecargado los sistemas ecológicos y sociales. Los fundamentos de la seguridad global están siendo amenazados. Estas tendencias son peligrosas, pero no inevitables.

La elección es nuestra: formar una sociedad global para cuidar la Tierra y cuidarnos unos a otros o arriesgarnos a la destrucción de nosotros mismos y de la diversidad de la vida. Se necesitan cambios fundamentales en nuestros valores, instituciones y forma de vida. Debemos darnos cuenta de que, una vez satisfechas las necesidades básicas, el desarrollo humano se refiere primordialmente a ser más, no a tener más. Poseemos el conocimiento y la tecnología necesarios para proveer a todos y para reducir nuestros impactos sobre el medio ambiente. El surgimiento de una sociedad civil global, está creando nuevas oportunidades para construir un mundo democrático y humanitario. Nuestros retos ambientales, económicos, políticos, sociales y espirituales, están interrelacionados y juntos podemos proponer y concretar soluciones comprensivas.

Dejamos un momento de silencio

5. PEDIMOS AL SEÑOR...
La sintonía con el Dios creador posibilita al ser humano el contacto con la naturaleza. La humanidad puede subsistir gracias a la. tierra que Dios le ha dado como regalo. Pero muchas veces los seres humanos lo ignoramos. Y la destruimos, destruyéndonos con ello a nosotros mismos. La idolatría de nuestro yo nos incapacita para captar el equilibrio natural. Nuestra actitud consumista nos lleva a contemplar la tierra con lascivia y egoísmo. Hay enemistad entre los seres humanos y la tierra, entre la humanidad y su Creador y, lógicamente, enemistad entre nosotros mismos. Esta enemistad comenzó muy pronto, como nos narra e1 libro del Génesis, y hoy se continúa:
en la destrucción de la naturaleza
- en la injusticia contra. el hombre,
en e1 mal reparto de los bienes que la tierra nos ofrece,
en el desamor...
Y nosotros: ¿Qué aportamos de vida. o de muerte a la naturaleza?
Pidamos perdón por nuestro pecado, por las veces en que contribuimos a crear un mundo hostil y difícil .Por nuestras injusticias ,por las veces en que hacemos de la ciencia un elemento manipulador.
PRECES ESPONTÁNEAS DE PERDON

6. Símbolo:

En la pared (o donde se esté teniendo la celebración) tenemos colgado el tronco de un árbol, se trata de que cada uno de los asistentes coloquen las hojas al mismo, manifestando su compromiso por cuidar de la hermana naturaleza.

7. Súplica de conversión a la vida ecológica (todos juntos)

Tú nos diste la vida para convivir
y nosotros lo llevamos todo a la muerte, a la guerra,
a la competencia y a la indiferencia.
Tú nos diste árboles y bosques
y nosotros estamos talándolos.
Tú diste la primavera a los pájaros y ríos a los peces,
y nosotros no hacemos más que contaminarlos
con los residuos de las industrias.

La primavera se hace amorfa
y los ríos quedan vacíos y el aire se corrompe.
Tú nos diste el equilibrio de la creación
y nosotros la hemos desequilibrado
y nos encaminamos al fracaso.
Nuestro tiempo pasa, Señor.
Danos tiempo para que podamos vivir.
Danos el valor de servir a la vida y no a la muerte.
Danos tu futuro a nosotros y a nuestros hijos.

J. MOLTMANN.
8. Canto final

No hay comentarios:

Publicar un comentario